Para Jesús Navarro, la sostenibilidad en la alimentación no tiene vuelta atrás.

TW
0

Jesús Navarro es CEO de la consultora de estrategia corporativa INNSAI y ‘partner’ estratégico de Bankia en el proyecto Bankia Forward. Navarro pronunciará el próximo jueves, 30 de mayo, la conferencia 2025: ¿Cómo será el modelo de negocio de la alimentación? en la finca de Son Mir (Carretera de Sineu, kilómetro 7,2) en un acto organizado por Ultima Hora y Bankia. El aforo de la conferencia está limitado a 150 personas y los interesados en asistir ya pueden reservar su plaza llamando al teléfono 971 78 83 87.

La alimentación era una cuestión de cantidad, pero ahora prevalecen aspectos cualitativos como la salud, el medio ambiente y el bienestar animal. ¿Se generalizarán estos factores?
— Sí. Irán a más. El cambio generacional de los consumidores conlleva hábitos diferentes, más saludables y socialmente más conscientes. La educación, los medios de comunicación o las redes sociales nos llevan a una mayor inquietud por la sostenibilidad. No hay vuelta atrás, no es una moda.Y las generaciones mayores viven más años, tienen problemas de salud y también desarrollan una preocupación preventiva. Y sólo por una cuestión económica, la salud pública realizará una mayor apuesta por las políticas de prevención.

¿Será la alimentación una parte, fundamental, de un nuevo estilo de vida?
— Sí, con las ciudades concentrando el mayor polo poblacional, nos encontramos con un ritmo de vida acelerado, falta de tiempo y necesidad de desconectar. Ello llevará a cambiar el estilo de vida, afectando a todas las conductas, no sólo las alimentarias. Los cambios en la alimentación no son los únicos. Al plantearse otro estilo de vida, van acompañados de cambios en cuestiones como salud, actividad física, desconexión laboral o contacto con la naturaleza.

¿Cómo afrontan las empresas de alimentación estos cambios y las nuevas demandas?
— Se impone un cambio en el modelo de negocio, en el que las empresas deben considerar al consumidor un cooperador con mayor protagonismo. Ya no es un sujeto pasivo al que hay que vender un producto, un objetivo de negocio. El consumidor es parte de la creación del propio producto y un generador de opinión y marca. De ahí la importancia de la capacidad de anticipación como única vía de sostenibilidad de negocio.

¿Los cambios llevarán a una reducción del consumo de carne?
— Al menos, el consumidor exigirá menos contaminantes y una menor explotación de recursos. Ya existe la posibilidad de sustituir las proteínas de la carne por las de las plantas. También nos llega mucha información sobre el funcionamiento de granjas y mataderos, y tiene un impacto sobre la sensibilidad. Las empresas cárnicas tendrán que adaptarse en el modo de producción de sus alimentos, teniendo muy en cuenta el bienestar animal, la sostenibilidad y reduciendo los posibles efectos negativos de su actividad.

¿Qué importancia tendrán la transparencia y la información sobre el origen del producto?
— Una importancia total. El acceso al conocimiento es actualmente casi ilimitado, así como la necesidad de saber. La transparencia será un valor añadido muy importante, una oportunidad de crecimiento en el mercado. Las nuevas generaciones miran cada vez más el etiquetado. Por ello vamos hacia alimentos con pocos ingredientes, sencillos y reconocibles. Somos más sensibles con lo que nos metemos en el cuerpo y por ello buscaremos un producto sencillo, natural. Ésa es la tendencia creciente.

¿Cobrarán mayor importancia los productos locales y de proximidad, de kilómetro 0?
— Sí, porque están conectados con todo lo anterior. Al exigir menos contaminación y menos impactos, el nuevo estilo de vida valora mucho más los productos cercanos, frescos, naturales y saludables. Y todo ello aflorará en la distribución, en la inmediatez de la disponibilidad. Para que el producto sea rentable, debe ser sostenible y tenerlo cuando se necesita a un precio razonable.